Este segundo vídeo me hace pensar en ideas de cambio de decoración de la casa sin gastar dinero. Una proyección de un jarrón Ming encima de un aparador puede ser una experiencia total. La posibilidad de cambiar la decoración y el diseño de las estancias cada día o cada hora si se quiere, cambiar cuadros, objetos, color de las paredes, etc. quizá éste sea el futuro del diseño de interiores.
En salones o habitaciones para los niños tiene un potencial inmenso. En cocinas oscuras un proyector podría hacer que una pared emulara una cristalera con un paisaje de fondo como el mar, un acantilado, un prado verde, un exterior nevado o hacernos creer la ilusión que estamos en el piso 50 en Dubai o Nueva York. Ya no haría falta comprar objetos (sin ocupar espacios ni tener que limpiarles el polvo). ¿Dónde está el limite?
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