viernes, 11 de noviembre de 2011

Varios artículos de El País:




El Patio de los Leones volverá al XV

La Alhambra aprueba instalar una espectacular solería de mármol de Macael


 

El Patio de los Leones de la Alhambra de Granada cambiará su imagen a comienzos de 2012. Su tradicional suelo de chinos dará paso a una espectacular solería de mármol blanco de Macael que permitirá el acceso de los turistas hasta la fuente, lo que era imposible desde la última remodelación de la zona en los años noventa. Durante el proceso de restauración del patio y de la fuente se han realizado investigaciones que fueron expuestas ayer en el Congreso Internacional de Conservación y Restauración de Bienes Culturales que se celebra en el Parque de las Ciencias de Granada. En una de las ponencias, Francisco Lamolda, arquitecto conservador del Patronato de la Alhambra, desveló los resultados de las diferentes catas arqueológicas realizadas en el Patio de los Leones.
La idea de que allí había un jardín ha sido descartada, ya que la superficie de roca subyacente "hace inviable la existencia de un espesor mínimo de tierra vegetal". El estudio exhaustivo de la documentación histórica procedente de diferentes archivos nacionales ha desvelado que el suelo estuvo cubierto a finales del siglo XV por mármol blanco, por lo que la nueva intervención procurará devolverle el aspecto original al patio, además de una mejor conservación del sistema hidráulico de la fuente.
En 1494, el humanista austriaco Jerónimo Münzer describe por primera vez el Patio de los Leones con una solería de mármol blanco y una fuente central con una taza. Ocho años después, Antonio Lalaing deja constancia de la misma configuración con la salvedad de que habían sido añadidos seis naranjos. Diferentes fuentes refieren que a finales del siglo XVII el complejo sufrió una importante remodelación. El suelo pasó a ser de cerámica en espiga con colores azul, blanco, verde y negro.
En 1770, el hispanista inglés Henry Swinburne visitó la Alhambra. En 1779 publicó el libro Viaje alrededor de España, en el que se adentra en sus monumentos principales. Uno de ellos fue la Alhambra. Swinburne describe el Patio de los Leones con gran precisión y pueden apreciarse nuevos cambios en la solería, esta vez compuesta por cerámica en espiga con piezas cocidas y vidriados en azul y blanco.
Ya durante la ocupación francesa, en 1810, el general Sabastiani ordenó retirar el pavimento y plantar un jardín con rosas, jazmines y arrayanes. Fue necesario rellenar de tierra natural los cuadrantes y emplear maceteros. En la segunda mitad del siglo XIX los jardines fueron eliminados y se recuperaron los niveles originales en las galerías con la disposición de baldosas de cerámica ochavadas con olambrillas verdes, blancas y azules. En los intercolumnios se regresó al mármol.
En 1974 se decidió volver a plantar diferentes especies en los cuadros del patio. Entre las elegidas se encontraban geranios y rosas. En 1987, se decidió que el acabado del patio fuese en gravilla del río Guadalquivir a su paso por Mengíbar. Pese al gran número de intervenciones realizadas en el patio ha sido imposible encontrar restos de pavimentación, ya que en la remodelación ejecutada por el arquitecto conservador Modesto Cendoya a principios del siglo XX fueron vaciados los cuatro cuadrantes, lo que eliminó cualquier sustrato arqueológico.
Horas después de presentarse ayer las conclusiones, la Comisión Provincial de Patrimonio autorizó la pavimentación del patio, que tendrá que ser avalada por una licencia del Ayuntamiento de Granada. Desde el próximo año, los visitantes podrán caminar por el patio y acercarse a los leones, que, tras su restauración, lucirán sus motivos vegetales y pezuñas, además de sus nuevas orejas, que se han reconstruido a base de una mezcla de cal y marmolina.





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